¡Buenos días! Aquí va un post imprescindible para las que quieran estar a la última en cuanto a "instrumentos" de belleza se refiere!
Esta semana os voy a hablar de un
gadget que cada vez ha ido ganando en popularidad y se está convirtiendo en un
must en lo que a cuidado de la piel se refiere: el cepillo facial.
Desde que el primero fue
inventado por unos científicos en EEUU allá por el año 2000, lo cierto es que
ha evolucionado bastante y actualmente ha llegado a tener tal boom que
numerosas marcas de cosmética han sacado su propio cepillo.
El cepillo facial, es un cepillo
limpiador de rostro eléctrico. Se compone de un cuerpo motorizado y un cabezal
de limpieza que rota y/o vibra a cierta velocidad. Yo lo asemejo (salvando las
distancias) a los cepillos de dientes eléctricos ya que vienen a sustituir a la
manera “tradicional” de realizar la limpieza; pero en este caso, del rostro.
Aunque podáis pensar que es un
invento innecesario; lo cierto es que consigue muy buenos resultados ya que tan
sólo unos segundos consiguen eliminar maquillaje, células muertas e impurezas
con resultados profesionales porque el movimiento del cepillo consigue que el
producto penetre eficazmente en los poros. Además, potencia los efectos de los
tratamientos de belleza que se apliquen a continuación de su uso y por si fuera
poco, en el caso de los hombres también viene genial para que no se enquisten
lo pelos de la barba (ojo, en barba corta que si no se enreda).
Siguiendo el símil de los
cepillos de dientes, es importante que cada cabezal sea personal e
intransferible. Hay algunas marcas que ya lo tienen en cuenta y vienen
provistos de varios cabezales con distinto color para poder distinguirlos.
Sin embargo, no son todo buenas
noticias. Hay que tener cuidado con el cepillo que compramos, ya que tenemos
que asegurarnos que es adecuado para nuestro rostro: que las cerdas sean suaves
y no hagan daño, que tenga selector
de velocidades para poder regularlo y que tenga fácil mantenimiento y limpieza.
Y esto lo digo porque sé de primera mano que hay algunos que son bastante
agresivos. El uso de estos artilugios tiene que ser placentero y no un
suplicio!
La forma de utilización es muy
sencilla. Humedecemos el rostro y el cabezal del cepillo, aplicamos nuestra
limpiadora habitual y masajeamos unos 15 segundos en frente, nariz, pómulos y
barbilla. Después, nos aclaramos con agua tibia, limpiamos el cabezal y ya
está! Sólo queda aplicarnos nuestro tratamiento.
Mi recomendación es el
modelo que recientemente ha sacado Mary Kay, que en calidad-precio creo que se lleva la palma y ya ha
aparecido en varias publicaciones con muy buenas críticas:
De todas formas aquí os dejo algunos links para
que echéis un vistazo a otros modelos:
Y vosotras, ¿ya tenéis el
vuestro? Contadnos cuál usáis y vuestras experiencias!!
